La candy bar del bodon del año.

Han pasado ya tres meses del gran día, que resumí un poquito aquí y aquí y todavía tenía cosas que contaros.

Si algo tenía claro la fernandezpequeña para el día de su boda, era que quería una candy bar y que, para nada, quería que fuera minimalista. Ya me entendéis, si había 200 invitados como vamos a poner 10 galletas o 15 chupachuses, no, la fernandezpequeña quería chucherias a tutiplén. Teniendo en cuenta además, que habria 20 niños, y algún adulto, apasionados de las gominolas.

Ha sido la primera vez que hemos hecho algo así, y no se lo encargamos a ningún profesional porque pensamos que sería fácil, rápido y divertido. Ay, fácil y divertido, si, pero rápido,¡ja!. Cinco  horas nos costó montarla a 4 personas y media, la media persona es eltriatleta, que con la candy bar no lo dió todo.

Lo primero a decidir fué la gama de colores, todas las candy bar que veíamos por internet tenían algo en común y es que se veían coordinadas, no había notas discordantes de color. Elegidos el rojo y el rosa en varios tonos, el siguiente paso fuė hablar con laseñamaria para que hiciera manteles y guirnaldas, y pasarnos por las fruterías  para recoger cajas de madera, algunas las pintamos de blanco y otras las dejamos tal cual.

En esos bazares orientales en los que encuentras de todo, localizamos unos botecitos que rellenamos de algodón dulce. El resto de golosinas las compraron en un almacén donde son mucho más baratas.

Colocamos unos letreros donde decíamos lo que era cada cosa y rellenamos huecos con algún adorno para que la mesa se viera lo más abundante posible.

¡Et voilá! Este fue el resultado, cinco horas divertidas, charlando y comiendo gominolas.

Yo creo que no quedo nada mal para ser la primera vez.

Todavia estamos comiendo gominolas de las que sobraron.

Eva.