Un paseo por lo invisible.

El viernes terminé uno de los cursos que más me ha gustado, sólo el nombre ya dice mucho "un paseo por lo invisible", me llamó la atención el nombre y ... su profe. Yo, que soy adicta a los cursos on-line de fotografía me he enamorado de este por sus contenidos y por su profesora, Mónica Bedmar, que engancha con sus palabras, sus imágenes y su sensibilidad.

Ha sido un curso sobre la creatividad fotográfica pero también sobre sentimientos, recuerdos y pasión. Con compañeros inspiradores que han llenado mis libretas de frases, libros y música por descubrir. Compañeros que ahora son amigos.

En uno de los ejercicios Mö nos ha pedido que en un paseo por la ciudad levantáramos la cabeza y descubriéramos cosas.

Al residir siempre en la mismo lugar no vemos más allá, tendríamos que ser como turistas, ¿te has fijado?, tu mismo lo haces cuando sales de viaje, miras a todos los lados, levantas la mirada o la bajas buscando detalles que no quieres dejar escapar. Yo muchas veces paseó por Zamora como una turista, con mi cámara colgada del cuello y mirando a todos los lados, aún ahora después de 27 años viviendo aquí descubro cosas nuevas.

Zamora en invierno es una ciudad triste, rara vez vemos el sol, y la gama de colores que nos rodea tiende a los grises. Pero aún así, Zamora es bonita, con sus edificios modernistas, locales en desuso que mantienen ese aire nostálgico del pasado o las ramas de los árboles que empiezan a ver brotes de primavera.

Me ha encantado conocer a Mónica Bedmar y ojalá pueda volver a hacer un curso con ella... O conocerla en persona.

Eva.

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