Siempre que vuelvo del pueblito bueno lo hago con el modo montaña activado. Quiero una chimenea encendida, una mantita de cuadros y un chocolate caliente. También quiero una cabaña de piedra y madera, con su cubierta de pizarra, donde pueda poner esa chimenea.
Cuando vengo del pueblito bueno parezco Heidi con las pilas cargadas, porque he visto ardillas y ciervos, picos nevados y paisajes verdes que quitan el sentido.
Me he sentado en una terraza bajo una estufa y una manta, he comprado besitos en una pastelería que te lleva al siglo pasado y he comido migas en el paraíso.
En el pueblito bueno puedes comprarle calcetines gordos a Mamadú mientras te tomas el mejor mojito del mundo con una dama blanca.
Seguro que hay un montón de lugares donde puedes hacer lo mismo, pero como en Jaca en ningún sitio.
Y a veces la vida se porta bien con una, porque cuando regresas a casa, pensando que se han acabado las vacaciones, resulta que una amiga chuli que hace cosas chulis te manda un montón de regalitos y así, la vuelta es menos dura.
Sandra, o Alma de Ángel, igual te hace unas chapas, un tocado o te organiza un evento. Yo creo que Sandra tiene una varita mágica porque sí no, no entiendo como puede hacer tantas cosas bonitas, cuidando cada detalle y empaquetarlo de una manera tan especial.
Normal que me parezca a Heidi, pero con calcetines nuevos. ¡¡¡Peeeeedrooooo!!!!!.
Eva.
Eva.
Perdón por el retraso en comentar tu post donde me dedicas unas palabras tan bonitas!! Mil gracias Eva eres única!! Aunque he de confesar que siempre he sabido que eras especial. Las fotos me han encantado, las compartiré con tu permiso en mi blog. Te sigo. Besotes!!
ResponderEliminarEres un sol, te lo mereces todo.
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