Se adelantó 15 días a la fecha prevista, rompió la bolsa de una patada, perdiendose el líquido poco a poco, así que tuvimos que ir a urgencias a las 7 de la mañana. A mi me habían dicho que los segundos partos son más fáciles, más rápidos, así que cuando el ginecólogo me dijo que en 24 horas nacería mi hijo me hundió en la miseria. 24 horas con contracciones es demasiado para cualquiera.
La matrona me sentó en una pelota gigante a dar botes, girar en círculo y mover la cadera a derecha e izquierda. Cada vez que venia una contracción intentaba hacer los ejercicios de respiración, créeme que en ese momento no te acuerdas de nada, sin perder el equilibrio y no caerme de la pelota.
Al final no fueron 24 horas, fueron 14, pero el parto me pareció precioso. El superhéroe pudo entrar en el paritorio y la matrona le invitó a ver nacer a su hijo a su lado. Lo recibió a puerta gayola, como los toreros y me lo puso sobre el pecho,y en ese momento desaparecen los dolores, te olvidas de la anemia y del misógino O'Sullivan, recuperas de golpe la energía y comprendes que, por fin, todo cobra sentido.
Y ahora que ya esta aquí elfrutodenuestroamor empiezo un proyecto fotográfico con un montón de mamás y papas fotógrafos para retratarnos con nuestros hijos una vez al mes.
Nosotros, yo por lo menos, que nunca salgo en las fotos y menos con ellos, yo también quiero salir en las fotos porque yo también estaba allí.
Y esta es la primera foto, con el uniforme del Sacyl, el mismo durante tres días, que hay recortes.
Eva.